Cuando alguien tiene que enfrentar la oscuridad, por ejemplo
ir por un camino oscuro por la noche y no tenemos linterna, tenemos ir
confiando en que el camino estará resguardado, la realidad es que en el camino
no existe nada que nos pueda preocupar y la ilusión es que vemos monstruos en
cada árbol.
El miedo es una creación de la mente, en la realidad no
existe.
Es una ilusión que nosotros tenemos que aprender a
desprogramar.
Entonces lo que tenemos que hacer es orar o mantralizar, para
coligarnos con esa parte de nosotros que es la realidad y desvincularnos de esa
otra parte que es la ilusión y que intenta mantenernos allí constantemente.
Entonces a través de un acto de voluntad, de hacer el
recorrido y de orar, nosotros experimentamos la realidad.
Tenemos que utilizar las herramientas disponibles y pidiéndole
a nuestro intelecto y a nuestro ego que colabore.